Hace algún tiempo os hablamos de las características de las perlas naturales, y de toda la variedad de colores, formas y tamaños que os podéis encontrar en el mundo de la joyería en cuanto a perlas se refiere. Además, también os mostramos cómo saber cual es la calidad de una perla.
Ahora vamos a detallaros cuales son los tipos de perlas que os podéis encontrar en el mercado, a diferenciarlas entre sí y conocer sus características para no caer en la trampa de las imitaciones.
Tipos de perlas
Existen varios tipos de perlas, entre las que destacan, la Australiana, la Tahití, la Freshwater y la Mabe. Por otro lado, hay que diferenciar entre las perlas naturales y las sintéticas o artificiales.
Perlas Australianas
Las perlas australianas son las que se cultivan en las aguas saladas del norte de Australia, en Indonesia y Filipinas y son las más valiosas del mundo. Su precio final dependerá del lustre y su brillo interior, además de su perfección, en cuanto a color, forma y tamaño.
El tiempo de creación de estas perlas depende del molusco, pero ronda entre los 3 y 9 años dependiendo de la forma o del tamaño que se desee que tenga la perla. La gama de colores de las perlas australianas va desde al blanco más puro, pasando por los tonos pasteles, al negro más intenso.
También su forma es muy variada desde la forma esférica perfecta, a la forma de lágrima y terminado en la barroca (forma irregular). El tamaño de las perlas va desde los 9 mm a los 28 mm.
Las perlas Tahití
Este tipo de perlas se elaboran en las aguas templadas y saladas de la Polinesia francesa, islas del Océano Pacifico. Estas perlas pueden encontrarse en distintos colores: naranjas, verdes, doradas, azules, grises…, pero destacan las perlas Tahití de color negro, ya que son espectaculares y únicas en el mundo entero.
El tamaño de estas perlas es inferior a las australianas y alcanza hasta los 13 mm. Otra de sus principales características es su intenso brillo. El tiempo de cultivación de las perlas es mucho menor que el de la australiana y va de los dos a los tres años.
Perlas Freshwater
Son las llamadas perlas de agua dulce porque se cultivan en agua dulce de lagos y ríos de China, aunque también son criadas en Estados Unidos y Japón, entre otros lugares. El tiempo de cultivo de esta perla es de entre seis meses y cuatro años por lo que su valor en el mercado es mucho menor que el de las perlas Australianas o las de Tahití. Dentro del molusco la cantidad de formas que puede adoptar una perla son infinitas, desde perfectamente esféricas y lisas, a las barrocas o las estriadas.
Las perlas Mabe
En joyería se las suele denominar perlas japonesas. La diferencia entre éstas y el resto de las perlas es que crecen fijadas a la concha del molusco en lugar de en su interior. Está peculiar forma de crearse hace que la perla no tenga una forma totalmente redondeada, y sea plana por un lado. En el universo de la joyería se emplean sobre todo para fabricar pendientes. El tiempo de cultivo es muy pequeño ya que no supera los 2 años.
Perlas naturales
Como ya mencionamos en nuestro post anterior sobre perlas, estas gemas naturales se crean dentro de los moluscos, mejillones u ostras cuando un cuerpo extraño entra dentro de la concha. El molusco va fabricando varias capas de nácar que se van uniendo y solapando al cuerpo extraño.
Podemos encontrar perlas naturales que han sido cultivadas intenciondamente: se les adhiere un cuerpo extraño dentro de la concha, que irrita al molusco y que el mejillón o la ostra comienza a envolverlo. Es decir, el elemento irritante, con el que comienza todo, lo coloca una persona.
Es importante saber que las perlas naturales son extra-sensibles a cremas corporales, perfumes, productos de peluquería como la laca y similares, por lo que os aconsejamos que os pongáis estos productos antes de colocarse los pendientes, collares o pulseras con perlas.
Perlas aRTIFICIALES
Las perlas sintéticas o artificiales son las fabricadas directamente por el hombre, sin que intervengan en el proceso ningún molusco. Están realizadas en la mayoría de los casos de resinas, aunque podemos encontrar perlas realizadas con otros materiales.
Las perlas artificiales suelen tener una tonalidad más amarillenta que las naturales, además con el tiempo, dependiendo de su calidad, se vuelven aún más amarillas. Estas perlas, si no las cuidáis adecuadamente, con el tiempo o con los arañazos del día a día suelen pelarse, ya que al no ser naturales la primera capa tiende a perderse.
Lo importante cuando compramos perlas es saber lo que estamos comprando, su relación calidad-precio tiene que ser óptima. Tenemos que saber si estamos comprando perlas naturales o sintéticas. Para acertar con nuestra compra al adquirir perlas es importante conocer si son de calidad. Si la perla es natural tenemos que estar seguros de que sean autenticas y no artificiales.
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Como debò de cuidar un collar de perlas?